El 19 de marzo de 2021 la Iglesia celebra 5 años de la publicación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia sobre la belleza y la alegría del amor familiar. El mismo día el Papa Francisco inaugurará el Año “Familia Amoris Laetitia”, que terminará el 26 de junio de 2022, con ocasión del X Encuentro Mundial de las Familias en Roma con el Santo Padre.
El obispo de Huelva, Santiago Gómez, abrirá en nuestra diócesis este año extraordinario en el transcurso de la celebración de la Santa Misa de Apertura que tendrá lugar el sábado, 20 de marzo, a las 19.30 h., en la S.I. Catedral.
El Año “Familia Amoris Laetitia” es una iniciativa del Papa Francisco, que se propone llegar a todas las familias del mundo a través de diversas propuestas espirituales, pastorales y culturales que se podrán llevar a cabo en las parroquias, diócesis, universidades, movimientos eclesiales y asociaciones familiares.
“Nuestro amor cotidiano”
Así se llama el evento online organizado para el 19 de marzo por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, la Diócesis de Roma y el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para abrir este año.
El evento está dividido en dos momentos online abiertos a todo el mundo: a las 15:00 horas (En el quinto aniversario de Amoris Laetitia) y a las 16:30 horas (Perspectivas teológicas) transmitidos por streaming en directo en el canal de YouTube del Instituto Juan Pablo II y en las plataformas de los tres promotores. El primer momento, concluirá con un mensaje del Papa Francisco. Enlace para seguir este acto.
La experiencia de la pandemia ha puesto de relieve el papel central de la familia como Iglesia doméstica y la importancia de los lazos comunitarios entre las familias, que hacen de la Iglesia una “familia de familias” (AL 87). Es por eso que ésta, la familia, merece un año de celebraciones para que sea puesta en el centro del compromiso y del cuidado de cada realidad pastoral y eclesial.
La delegación diocesana para la Familia de la Diócesis de Huelva tiene previsto desarrollar, en la medida de las posibilidades –teniendo en cuenta la situación sanitaria–, una serie de iniciativas para profundizar en el contenido de esta exhortación que el papa Francisco dedicó a las familias a la conclusión del sínodo extraordinario de la familia que se celebró en octubre de 2014.
La III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos, convocada por el papa Francisco bajo el lema «Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización», ha sido considerado como uno de los hechos más significativos del pontificado de Francisco y un momento decisivo en su papado.
Este sínodo se caracterizó por constituir la preparación de otro posterior, más largo y más extenso dedicado también a la familia: la XIV Asamblea General Ordinaria del sínodo de obispos (2015), bajo el título «Jesucristo revela el misterio y la vocación de la familia», a cuya conclusión, el Papa presentó la exhortación apostólica postsinodal, titulada “Amoris laetitia: sobre la belleza y la alegría del amor familiar”. Desde los contenidos, los dos sínodos conformaron una unidad en dos etapas, con un período en medio de casi un año. El teólogo y arzobispo de Chieti-Vasto, Bruno Forte, secretario especial del sínodo, señaló que ese período intermedio podría resultar determinante: «La gran novedad de la metodología del sínodo, que antes aparecía encorsetado, es este período entre los dos sínodos, porque va a involucrar a la base de la Iglesia, a los demás obispos y a los fieles». Y es que, en ese tiempo, se realizó una consulta general a las delegaciones de familia de las distintas conferencias episcopales y movimientos familiares.
El pasado 27 de diciembre de 2020, fiesta de la Sagrada Familia, el papa Francisco anunciaba, en el transcurso de su homilía, la convocatoria de este año extraordinario con ocasión del quinto aniversario de la publicación de esta exhortación: “Al ejemplo de evangelizar con la familia nos invita precisamente la fiesta de hoy volviéndonos a presentar el ideal del amor conyugal y familiar, tal y como quedó subrayado en la Exhortación apostólica Amoris laetitia, cuyo quinto aniversario de promulgación tendrá lugar el próximo 19 de marzo. Y habrá un año de reflexión sobre la Amoris laetitia y será una oportunidad para profundizar en los contenidos del documento”.
Del mismo modo, Francisco anunciaba que “estas reflexiones se pondrán a disposición de las comunidades eclesiales y de las familias, para acompañarlos en su camino. A partir de ahora invito a todos a sumarse a las iniciativas que se impulsarán durante el Año y que serán coordinadas por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Encomendamos este camino con las familias de todo el mundo a la Sagrada Familia de Nazaret, en particular a San José, esposo y padre solícito”.
Dichas reflexiones serán introducidas, a lo largo del año, por una serie de diez vídeos en los que se irán desplegando los grandes contenidos de esta exhortación, invitando a la creatividad a la hora de aplicar en la Iglesia, y en particular en las familias cristianas, sus intuiciones y sugerencias.
Junto a estos vídeos, otros materiales ofrecidos por el propio dicterio, la Comisión Episcopal para los Laicos, la Familia y la Vida y la delegación diocesana para la Familia se pondrán a disposición de todas las parroquias a través la web diocesisdehuelva.es y a partir de la próxima semana, coincidiendo con el arranque de este año extraordinario con la Eucaristía, presidida por nuestro Obispo, el sábado 20 de marzo, a las 19.30 h., en la S.I. Catedral.
Objetivos del Año “Familia Amoris Laetitia”
- Difundir el contenido de la exhortación apostólica “Amoris Laetitia”, para “hacer experimentar que el Evangelio de la familia es alegría que llena el corazón y la vida entera” (AL 200). Una familia que descubre y experimenta la alegría de tener un don y ser a su vez un don para la Iglesia y la sociedad, “puede llegar a ser una luz en la oscuridad del mundo” (AL 66). ¡Y el mundo de hoy necesita esta luz!
- Anunciar que el sacramento del matrimonio es un don y tiene en sí mismo una fuerza transformadora del amor humano. Para ello es necesario que los pastores y las familias caminen juntos en una corresponsabilidad y complementariedad pastoral, entre las diferentes vocaciones en la Iglesia (cf. AL 203).
- Hacer a las familias protagonistas de la pastoral familiar. Para ello se requiere “un esfuerzo evangelizador y catequístico dirigido a la familia” (AL 200), ya que una familia discípula se convierte también en una familia misionera.
- Concientizar los jóvenes de la importancia de la formación en la verdad del amor y el don de sí mismos, con iniciativas dedicadas a ellos.
- Ampliar la mirada y la acción de la pastoral familiar para que se convierta en transversal, para incluir a los esposos, a los niños, a los jóvenes, a las personas mayores y las situaciones de fragilidad familiar.